lunes, 2 de julio de 2012

Consecuencias y repercusiones de la falta de estimulación en los niños

El conocimiento de las estructuras biofisiológicas y psíquicas se encuentran en proceso de conformación durante la edad preescolar, unido a la consideración de la plasticidad del cerebro humano, y a la existencia de los períodos sensitivos del desarrollo, condujo, por su extraordinaria importancia y repercusión en la ontogénesis del individuo, a la concepción de la necesidad de estimular estas condiciones del psiquismo humano desde las más tempranas edades.
Las alteraciones que involucran funciones del sistema nervioso central, entre ellos los infantes prematuros y postmaduros; los menores con lesión directa en este sistema, tales como daños encefálicos, las disfunciones cerebrales y los daños sensoriales; los que tuvieran alteraciones genéticas, como los Síndromes de Down, las cardiopatías, las leucosis; y finalmente, los niños y niñas con trastornos de inadaptación precoz, bien fueran menores perturbados emocionalmente por fallo de las relaciones familiares y ambientales, o por las limitaciones en la comunicación, los casos de hospitalismo, los autistas, los psicóticos.
De esta manera, la concepción de estimulación temprana no surgió como algo necesario para todos los niños y niñas, sino para aquellos carenciados, con limitaciones físicas o sensoriales, con déficits ambientales, familiares y sociales, lo cual va a traer en el curso de los años, y cuando ya la estimulación en las primeras edades se valora para todos los niños y niñas, confusiones semánticas y terminológicas, que conducen inexorablemente a una diatriba sobre la utilidad, el enfoque y el alcance del concepto de estimulación temprana.
La falta de estimulación podía retardar el desarrollo del sistema nervioso, pero a su vez no lo acelerar significativamente si no estaban creadas las condiciones internas del mismo
Por supuesto que la atención a los niños y niñas con déficits biológicos o psicoambientales constituye un deber y una necesidad, además de un derecho, de estos menores, de la sociedad hacia estos niños y niñas, por las implicaciones que tales déficits y carencias tienen para su desarrollo, y de cómo esto puede ser remediado, al menos paliado, con la intervención temprana y una estimulación que propicie el desarrollo.
La estimulación propiciada tardíamente, como sucede cuando el niño o niña tiene ya tres años, también logra mejorías en el desarrollo intelectual de estos niños, pero nunca llegan a alcanzar el nivel de logro de los que empezaron a una edad más temprana.
El hecho de alcanzar el año y medio de edad sin un programa de estimulación en estos niños de alto riesgo, determina en muchos de ellos la presencia de déficits cognoscitivos que ya son valorados como irreversibles.

REFERENCIAS TEÓRICAS QUE SUSTENTAN LA ESTIMULACION DEL LENGUAJE.

El lenguaje es uno de los medios más importantes para el buen desarrollo del niño, ya que gracias a este pueden expresar sus intereses y necesidades es por eso que consideramos importante que las educadoras incluyan en sus actividades las técnicas adecuadas para brindar una estimulación que ayudara al buen desarrollo del lenguaje oral en los niños.
 Y como hacen mención Alison Garton y Chris Pratt,(1989) pp.20-22“El desarrollo del lenguaje hablado se ve facilitado por la interacción activa del niño con un adulto preparado para proporcionarle ayuda, guía y apoyo” por ello consideramos que la atención que los adultos brindan en el desarrollo de las competencias lingüísticas de los niños se verá reflejada en las manifestaciones de su lenguaje.
Es por eso que el adulto, al momento de querer entablar un dialogo con el niño siempre se necesita buscar un bien común, para poder obtener una buena respuesta por parte de él.
Como mencionan Skinner y Alison Garton y Chris Pratt “En el mejor de los casos podríamos predecir que acariciar y besar al niño actúa como reforzadores, al igual que la bebida, la comida y los dulces”. Esto tomándolo como parte de la teoría conductista (estimulo-respuesta).Además de atribuir el desarrollo del lenguaje a la sucesiva configuración de los sonidos, a través del refuerzo, algunos conductistas han reconocido también, que la imitación del habla de los padres es un componente importante del aprendizaje del lenguaje.”
Pues el niño desarrolla su lenguaje adecuadamente cuando en su entorno o donde él se desenvuelve hay muchas personas que se comunican verbalmente. Pero en ocasiones no dejamos que el niño experimente por si solo o se desenvuelva, solo lo tomamos como un receptor de lo que escucha sin hacer el mayor esfuerzo por interactuar con los demás esto lo concibe la teoría de (Skinner)que concibe Al niño como un receptor pasivo de la estimulación ambiental y del refuerzo. No se considera la idea de que el niño podría construir activamente su lenguaje por si solo”.

El desarrollo del lenguaje del niño se basa en la lectura tanto en la escuela como en el ambiente familiar proporcionado por los padres del niño. Por ejemplo como cuando se le lee un cuento, algún letrero que sea atractivo o de su interés para ellos entre otros. Bruner (1983 p.66) se ocupo de la lectura de libros y de como la sencilla lectura conjunta de libros por la madre y el niño puede ayudar al desarrollo de la gramática, de la comunicación y posiblemente de las posteriores habilidades de alfabetización”.
Cazden (1983 pp.68-69) propuso 3 modelos en los que el adulto ofrece ayuda al niño que aprende el lenguaje. Mas que establecer una relación directa entre el lenguaje que dirige al niño y el desarrollo del lenguaje de este último, la ayuda de la madre se considera indirecta. El primer modelo se conoce por andamiaje. Cazden adopta el termino de Bruner “andamiaje, pero distingue entre andamiaje vertical y secuencial. El andamiaje vertical implica la extensión del lenguaje por parte del adulto, por ejemplo mediante la posterior formulación de preguntas ¿Cómo hacen los perros?.... El andamiaje secuencial se encuentra en los juegos que llevan a cabo las madres con sus hijos en rutinas y en actividades convencionales como las comidas y el baño. El segundo tipo de ayuda descrita por Cazden fue el uso de modelos de lenguaje. Cazden matiza su descripción de los modelos sugiriendo que los adultos no deberían esperar que el niño copie el lenguaje correcto que se le ofrece, sino que aprenda partir de los modelos.”
El niño tiene que desarrollar su lenguaje interactuando con los adultos, principalmente con la madre pero de una manera motivadora ya sea con juegos o con actividades que desarrollan en casa por ejemplo: en la hora de comida, cuando sale al parque, entre otras diversas situaciones. No se espera que el niño aprenda las cosas tal y como se las dicen sino que por si mismo o por medio de experiencias él va desarrollando o entendiendo el lenguaje.
Con base en lo indica Judith Meece (1981), La necesidad  de comunicarse dentro de un contexto social es la fuerza que impulsa a aprender el lenguaje”, esto es tener una necesidad implica forzosamente la interacción con las personas, al mismo tiempo permite ir desarrollando el lenguaje.
-La adquisición del lenguaje se realiza dentro de contextos que tienen un significado personal para el niño y que, por lo tanto estimulan el deseo de comunicarse”
Si el niño se siente seguro en un medio de confianza y afectividad va desarrollar su lenguaje más fácilmente y así va a facilitar el desarrollo de sus conocimientos.
En la forma en que el niño escucha una palabra es la forma en que la aprende pero él no sabe si es la correcta o no, esto quiere decir que solamente actúa como imitador de lo que le dicen.

ETAPA LINGÜÍSTICA O VERBAL

En esta etapa, el niño/a dispone ya de un lenguaje bastante comprensible que irá ampliándose paulatinamente. Realmente comienza a finales del segundo año. Diferencia los fonemas, aunque con alguna dificultad, la ecolalia o emisión de las sílabas finales de cada palabra desaparece, aunque en momentos de tensión puede volver a aparecer; asocia palabras oídas con objetos que le rodean, inventa palabras nuevas cuando tiene dificultad para articular una en concreto.

TRES AÑOS

Comprensión: Entiende las preguntas y responde. Comprende y realiza dos órdenes sucesivas.
Vocabulario: Entre novecientas y mil doscientas palabras.
Expresión: Usa oraciones compuestas y complejas. Experimenta juegos de palabras y usa con frecuencia giros gramaticales.
Manifiesta capacidad de contar historias mezclando ficción y realidad.

TRES AÑOS Y MEDIO
Comprensión: Contesta a dos preguntas seguidas. Puede realizar tres órdenes consecutivas.

CUATRO AÑOS
Expresión: Tiende a superar el estadio infantil del lenguaje.
Realiza combinaciones gramaticales de estructura compleja y compuesta, formando oraciones largas de alrededor de diez palabras. En esta etapa el lenguaje del niño está bien establecido, aunque todavía muestra desviaciones de la norma del lenguaje adulto, más en estilo que en aspectos gramaticales.

CINCO AÑOS
Articulación: Desaparece el carácter infantil.
Vocabulario: Entre dos mil y dos mil quinientas palabras.

ESTIMULACIÓN DE LENGUAJE ORAL



La estimulación o incentivo es la actividad que se le otorga a los seres vivos para un buen desarrollo o funcionamiento, ya sea por cuestión laboral, afectiva o física., se contempla por medio de recompensas o también llamados estímulos. Tiene por objetivo aprovechar esta capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro en beneficio del niño. Se realiza mediante una serie de ejercicios y juegos con la intención de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés.

Los programas de Estimulación, ayudan a los niños en su desarrollo. Les proporcionan actividades adecuadas con el fin de mejorar, en la medida de lo posible los niveles madurativos en las distintas áreas. Y también ayudan a los padres y a toda la familia a poder relacionarse con el niño de la mejor manera posible, los ayudan a que se ajusten a la nueva situación y les proporcionan el apoyo necesario para poder educar a su hijo.


El niño necesitará que se le enseñe de un modo diferente, con una metodología más sistematizada, con pasos intermedios más pequeños, con mayor variedad de materiales y de actividades, con un lenguaje más sencillo, claro y concreto, poniendo más cuidado y énfasis en los aspectos de motivación e interés, repitiendo más variedad de ejercicios y practicando en otros ambientes y situaciones, inventando cosas nuevas, usando la creatividad y la imaginación y observando los resultados.

El lenguaje es la capacidad innata de significar mediante cualquier código de signos (palabras). Todas las estructuras nerviosas inician su proceso evolutivo desde el nacimiento y tienen gran desarrollo entre los 2 y 5 años. Razón por la cual la estimulación del lenguaje de los niños durante el período preescolar es muy importante, ya que las conexiones neuronales de este dependen de la cantidad de estimulación que reciba.



Cuando no existe relación ni comunicación entre un niño y los adultos, el desarrollo de las capacidades comunicativas se detiene, por lo que es necesario, además de las facultades biológicas para el habla, contar con un medio social adecuado, donde la afectividad juega un papel esencial en la adquisición del lenguaje.

El entorno familiar es el contexto clave, decisivo e insustituible para la estimulación y desarrollo del lenguaje del niño, la relación que mantenga con ellos así como los estímulos que estos reciban, son fundamentales. . Por esto es necesario que los padres adopten algunas pautas para ayudar a estimular y facilitar el desarrollo óptimo del lenguaje verbal de su hijo, asegurando así un proceso de adaptación y ajuste al medio.

Los niños tienen más posibilidades de tener éxito en la vida cuando sus familias los apoyan activamente. Cuando a los niños se les ofrece un ambiente rico en lenguaje, lleno de oportunidades para escuchar, dialogar, respetar diferencias… comienzan a adquirir los fundamentos esenciales para poder categorizar conceptos, interiorizar el mundo externo, ejercitar y utilizar la capacidad de análisis y síntesis, asociar, diferenciar, y acumular recuerdos e información.

La estimulación debe hacerse teniendo en cuenta la etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño y debe hacerse en todos los niveles de lenguaje.